«Ven, ven, seas quien seas, seas lo que seas. Incluso si eres un pagano, un adorador del fuego o un ateo, ven. Aunque hayas roto mil veces tu palabra, ven. La nuestra no es la morada del reproche, sino la del amor». El poeta Rumi.
«Ven, ven, seas quien seas, seas lo que seas. Incluso si eres un pagano, un adorador del fuego o un ateo, ven. Aunque hayas roto mil veces tu palabra, ven. La nuestra no es la morada del reproche, sino la del amor». El poeta Rumi.